El ‘Sálvame’ de Netflix: ¿se atreverán a hacer lo que hacían en directo?

Regresa Sálvame pero a Netflix, lo que podría suponer una pérdida de la esencia del mítico programa de Telecinco, principalmente por ser grabado y no en directo. La plataforma ya ha anunciado el estreno de Sálvese quien pueda. Volveremos a ver a Belén Esteban, Lydia Lozano, Kiko Matamoros, María Patiño y compañía el 10 de noviembre de 2023. Además, Netflix ha tenido que enfrentarse a filtraciones  inesperadas. ¿Se atreverán a hacer en Netflix lo que hacían en directo?

En una nota de prensa enviada el martes 10 de octubre para anunciar la fecha de estreno de Sálvese quién pueda, la plataforma de streaming aseguraba, ya desde el primer párrafo, que “el equipo de Netflix en España sobrevive a las filtraciones diarias de su nuevo docu reality y escribe esta nota de prensa para confirmar todos los detalles y para que tengáis la información oficial, que es lo suyo”. Es ironía porque, precisamente, quien filtró el nombre del programa y la fecha de estreno fue la propia Belén Esteban en una rueda de prensa que ya es viral. No cabe duda de que hay mucha expectación.

La historia es tan trágica como curiosa: Tras 14 años dominando no sólo las audiencias sino controlando la línea editorial de Mediaset España, el programa Sálvame echó el cierre el 23 de junio de 2023. Las razones, varias. La audiencia había caído, no sólo las del programa sino la de Telecinco en general. Tras la marcha de Paolo Vasile como Consejero Delegado de Mediaset España (y gran protector de La fábrica de la Tele, productora de Sálvame), la nueva directiva del grupo decidió cambiar de estrategia y derribar su gran buque insignia con el fin de darle un cambio de imagen a la marca.

Fue muy poco tiempo después de que se anunciase el fin de Sálvame que se supo que Netflix quería adaptar el formato. ¿Cómo? Esa es la pregunta del millón. El magacín presentado por Jorge Javier Vázquez atesoraba su magia en el directo, en la improvisación, en la sorpresa.

¿Qué podemos esperar de esta aventura? ¿Era necesario rescatar un programa eliminando todo lo que le hacía grande? Sálvame reinventó el lenguaje televisivo haciendo noticia a los que contaban las noticias. El espacio estaba atado a la actualidad. Las reacciones de los colaboradores ante la información creaba contenidos y polémicas. Luego llegaba el meme.

El problema de intentar emular lo que sucedía en plató en un programa grabado y editado es, precisamente, el de perder credibilidad y, sobre todo, tensión. Si Belén Esteban, por ejemplo, se liaba a gritos con Terelu Campos, ese hecho trascendía, se hacía noticia y se alargaba durante días. Había cierto pacto con el espectador, que seguía el directo como si se tratase de una telenovela. No cabe duda de que en Sálvese quien pueda se recurrirá mucho al conflicto entre sus protagonistas pero este se va a quedar en algo andectódico sin tanto recorrido.

Otra pregunta a tener en cuenta es: ¿Se atreverán a hacer en Netflix lo que hacían en directo? Sálvame ha cruzado muchas líneas rojas, tantas que les costó innumerables multas a la cadena, obligó a Mediaset a instaurar un código ético, por no hablar de la llamada Operación Deluxe (investigación sobre una supuesta trama de espionaje ilegal a famosos en La Fábrica de la Tele). La respuesta es: En Netflix no existe la censura que sí que hay en una televisión generalista en abierto. Lo que esperamos es que nos escandalicen, que lo den todo y sin restricciones. Cualquier cosa que baje de ahí sería decepcionante.

Sólo se puede decir que si hasta Netflix se queja de filtraciones es porque hay expectación es porque hay ganas, si hay ganas es porque el público no olvida, se echa de menos Sálvame.